viernes, 26 de enero de 2007

EL AJUAR DE CONCHA DEL SITIO LA AURORA

Santiago F. Silva García (1)
Orlando Álvarez de la Paz (2)

(1) Licenciado en Física y Astronomía
Arqueólogo aficionado
(2) Ingeniero en Sanidad Vegetal
Arqueólogo aficionado

RESUMEN.-Se estudian y analizan un grupo de artefacto elaborados en concha marina (univalvos) de los géneros Strombus y Cassis colectados en el sitio arqueológico La Aurora, localizado en el municipioCabaiguán, provincia de Sancti-Spiritus (Cuba). Por sus características relevantes, donde algunos de estos artefactos no aparecen descritos hasta el presente en la Lista Tipológica de los Artefactos para las Comunidades Aborígenes Cubanas de R. Dacal Moure, es que merecen ser dados a conocer. Se valoran y describen las funciones estimadas de estas herramientas; así como los métodos de obtención de los mismos.

ABSTRACT - They study and they analyze an elaborated group of device in marine shell (univalvos) of the sorts Strombus and Cassis collected in the archaeological site the Aurora, located in municipioCabaiguán, province of Sancti-Spiritus (Cuba). By its excellent characteristics, where some of these devices do not appear described until the present in the Tipológica List of the Devices for the Cuban Native Communities of R. Dacal Moure, it is that they deserve to be presented. The considered functions of these tools are valued and described; as well as the methods of obtaining of such.



INTRODUCCIÓN

Los recursos del mar le han proporcionado al hombre, desde tiempos inmemoriables,no sólo alimentos; sino también la materia prima con la cual confeccionar sus útiles de trabajo, entre otros beneficios.El empleo de huesos y vértebras de pescados; así como de conchas de moluscos, posibilitó incrementar el empleo de un número mayor de materias primas de las cuales se serviría para elaborar no sólo esas herramientas y útiles de trabajo; sino además objetos y adornos de uso corporal y artefactos destinados a ceremonias o ritos mágico-religiosos.

En comunidades o pueblos asentados próximos a la costa esta fuente de alimento y materia prima se encuentra prácticamente al alcance de la mano y existe al cabo de largos años de convivencia en este tipo de ecosistema lo que llamaremos ya una tradición -por citar un ejemplo- conchera en el empleo de la concha de los moluscos que extrae del mar o zona de manglar para la confección de dichas herramientas; llegando incluso a constituir o integrar toda una industria.

Sin embargo, cuando la distancia hasta este tipo de ecosistema se incrementa y además, las vías de acceso al mismo presentan obstáculos a superar, se pueden producir paulatinamente cambios tecnotipológicos en las herramientas y artefactos de trabajo, etc; adecuándose estos al nuevo ecosistema y como es natural llegando a prescindir probablemente -con el tiempo- del empleo de la concha como materia prima. Este -al parecer- es el caso del asentamiento de La Aurora, municipio Cabaiguán, Provincia de Sancti-Spiritus ( Cuba).

El yacimiento de La Aurora se encuentra alterado en extremo debido a la acción antrópica (tierras destinadas a la agricultura). Dista, aproximadamente, 70 km de la costa sur y el acceso hasta esta última -por vía fluvial- es sumamente difícil, dados los innumerables obstáculos que se deben vencer para arribar a la misma. O sea, estamos en presencia de un emplazamiento de tipo mediterráneo ; no obstante, en los primeros tiempos de habitación del sitio se denota una dependencia notable de los productos del mar. No obstante, el estudio de la industria de la concha arrojó que existió un empleo muy intenso de las herramientas y artefactos que la integran; lo cual se deduce no sólo del desgaste de los mismos; sino de las modificaciones producidas en el conjunto artefactual.


RESULTADOS Y DISCUSIÓN


partescaracol

A partir del estudio del material de concha colectado en el sitio arqueológico La Aurora. Pudo identificarse un conjunto de 210 artefactos. De esta universo se extrajo una muestra bastante numerosa formada por 186 elementos (89,4%). O sea, no integraron dicha muestra solo 22 de ellos por presentar estos un estado pésimo de conservación, que no permitirían valorar los parámetros establecidos para el estudio proyectado.

Atendiendo a la tipología, las colectas arrojaron los siguientes resultados (ver tabla 1):

En su gran mayoría los tipos corresponden a formas ya descritas en la Lista Tipológica de Artefactos de Concha (Dacal,1979); además de identificarse formas hasta el presente desconocidas, de acuerdo a la parte de la concha seleccionada.

Valorando las funciones que debían realizar estos artefactos dentro de las actividades productivas, se obtuvo que el mayor índice correspondió a la función de raspar o raer (57,4 %), la siguiente la de percutir (24,03 %), cortar (8,6 %), punzar o perforar (8,1 %) y contener (0,4 %); aunque esta última función debió ser realmente más representativa si se tiene en cuenta las condiciones de alteración que presenta el sitio (gráfica 1).

En la elaboración de estos útiles de trabajo se emplearon -en lo fundamental- las conchas de moluscos de los géneros: Strombus y Cassis. En tal sentido, de la concha de Cassis se destinó el labio externo para la fabricación de martillos y puntas, el labio externo con parte del manto en artefactos de corte (cuchillos), artefactos polifuncionales (Cuchillos y punta) y platos; mientras que la cara ventral del caracol y parte del manto se emplearon como vasijas (lámina 1). En el caso del Strombus, la última vuelta de la columna conservando el canal basal se aprovechó en la construcción de las gubias, del labio externo con parte del manto se obtuvieron martillos, el resto de la concha, sin la columna, en vasijas y en muy contados casos de las espinas y espirales se elaboraron desbastadores.

Como se puede apreciar, es evidente una intensa explotación de estos recursos marinos por el alto índice de artefactos que a partir de caracoles de ambos géneros se obtenían; además se denota un óptimo aprovechamiento de la concha, lo que bien pudiera responder a la ausencia de este tipo de materia prima en el nuevo ecosistema de tierra adentro donde se estableció la comunidad.

A continuación se describen las características de cada tipo de artefactos (grupos), además de valorarse los resultados alcanzados del estudio particular de estos.

Martillos

Los martillos obtenidos del labio externo de los caracoles del género Strombus y que conservan parte del manto, colectados en el sitio La Aurora; no guardan diferencias sustanciales con los provenientes de otros sitios del país. Todos corresponden a la especie Strombus costatus.

En cuanto a su construcción, la técnica empleada es simple; ya que se logran provocando la rotura por percusión, sin que medie algún otro proceso de acabado o terminación.

Resultaron mas frecuentes los martillos con longitudes comprendidas entre los 12,5 y 14 cm.(32,1%) (Tabla 4-a).

El peso de estos artefactos osciló entre 130 g y 455 g, aunque los hay mayores; sin embargo, son mucho más frecuentes aquellos cuyo peso fluctúa entre 195,5 y 260 g (42,8%) (Tabla 4-b).

Se detectó una reducción de la altura de los martillos de Strombus; provocada por una frecuente fragmentación paralela al eje longitudinal de la herramienta; la cual puede ser producida ocasionalmente debido a la acción sobre el objeto de trabajo, cuando el mismo es enmangado (lámina 5). Este tipo de fractura, pero transversal al eje longitudinal, ha sido observada en diferentes colecciones. Los labios externos con parte del manto en el caso del Strombus, pudieran ser no sólo enmangados, sino además, empleados en algunos casos como hachas. Al respecto, algunos investigadores prestigiosos hacen alusión a ello al afirmar:

"En casos excepcionales también fabricaron hachas del grueso labio de los grandes cobos". (1).

Las ideas se refuerzan mucho más al compararse los denominados martillos de Strombus con el hacha colectada por el Dr. Laudelino Trelles Duelo en el sitio La Luisa en 1933 (lámina 6).

Los martillos del caracol del géneros Cassis eran obtenidos del labio externo del Cassis madagascariensis, mediante la técnica de rotura por percusión, sin embargo, se produce una rotura frecuente intencional de los extremos del labio, que a su vez trae como consecuencia una disminución del largo de estas herramientas (lámina 7).

Las huellas que se aprecian sobre la superficie de estos artefactos consisten en un desmenuzamiento en la zona próxima a los extremos del área que entra en contacto con el objeto de trabajo, al parecer con mayor frecuencia. No obstante, algunos martillos muestran indicios también de una posible funcionalidad como herramientas intermedias, a manera de cincel, quizás para ser utilizados en los propios trabajos de fractura o rotura de la concha, entre otras actividades.

Al valorar las tablas 5 (A y B) se advierte mayor frecuencia en los martillos cuyas longitudes y pesos oscilan entre 9 y 12 cm (52,5%) y de 60 a 135 g (82,6%), respectivamente.

La reducción del largo original del labio debe estar motivado por el interés de aprovechar una mayor área de percusión, así como la utilización de la porción más recta de éste y no el de buscar la disminución del peso del artefacto.

Puntas

”También fabricaron puntas que podrían servir para enmangar y se. convertirían así en puntas de lanzas o azagayas" (2).

Hasta el presente las puntas de conchas del sitio la Aurora resultan exclusivas, según la parte del caracol elegido por esta comunidad para su elaboración.

Mientras que en los yacimientos arqueológicos donde han aparecido artefactos de concha se destinaban fragmentos de mantos o de la colunmela de caracoles del género Strombus, aquí se empleó el labio externo del Cassis sp con el mismo fin.

Este tipo de punta no aparece descrita en la Lista Tipológica de los Artefactos de Concha (Dacal, 1979).

La técnica de construcción consistió en la rotura y fractura por percusión y abrasión.

El proceso abrasivo se desarrolla de tal forma que genera dos grupos de puntas. En uno de estos grupos se ha reducido notablemente tanto el grueso; como el largo de estas y a su vez se presenta con tres variantes: con punta en ambos extremos, con una punta en un extremo y el otro trucado y con una sóla punta. El grupo restante está integrado por puntas de mayor tamaño, para lo cual se desbastó -a partir de uno de los extremos del labio externo- aproximadamente el 40% de la superficie total. La otra porción de la pieza conservando las estrías. El artefacto, no sólo podía ser utilizado de forma manual sino también enmangado a un palo o astil de madera (Lámina 8).

Según se observa en la tabla 5 (A y B) desde 7 hasta 12 cm. comprende la longitud de las puntas; aunque las hay mayores de 12,5 cm. Resultaron mas frecuentes aquellas cuyo peso se encontraba entre 10 y 23 g (43,7%).


Raspadores

En correspondencia con esta tecnología de artefacto se distinguen tres grupos o variantes, según la parte de la concha empleada para su confección. Por tales razones, para el estudio se ha convenido en clasificarlos en tipo A, B y C .

.Raspadores tipo A

Fueron obtenidos a partir de la cara ventral y parte del manto del Cassis madagascaríensis.

El borde de ataque de estas herramientas está localizado a la altura de la porción del manto fracturada, que a su vez se halla adherida a la cara ventral (lámina 9-a).

Los raspadores de este tipo son más frecuentes o numerosos que los de los tipos B y C, respectivamente.

En las colectas efectuadas por miembros de la ACC en Cueva Funche, en el mes de marzo de 1966, aparecen herramientas con iguales características; en las cuales se observan huellas de abrasión producto del uso a que fueron sometidas (Izquierdo, 1988).

.Raspadores tipo B

Estos artefactos se obtuvieron empleando para ello el labio externo y parte del manto correspondiente a la primera espira del Cassis madagascariensis. Como borde de ataque se destinó el perímetro roto de la espira; el cual ha sufrido un deterioro por desgaste o fragmentación, que prácticamente no se conservan vestigios de dicha espira o primara vuelta (Lámina 9-b).

Para su obtención se empleó una porción del manto conteniendo algunas de las espiras del caracol Strombus sp. Sólo existen tres ejemplares tipo dentro de la colección artefactual. Sus bordes de ataque se presentan irregularmente, en forma de muescas; observándose salteaduras por la parte interna de la pieza ).

Raspadores tipo C

Eran obtenidos de la primera espira, conservando parte de la sutura del caracol del género Strombus.

Este tipo de raspador está representado sólo por 2 ejemplares; en los cuales el borde de ataque de la herramienta se localiza por la cara interna de la espira (lámina 9-c).

Generalizando, para el caso de los raspadores tipo A y B; el labio externo favoreció en gran medida la sujeción de la herramienta durante el trabajo con la misma, teniendo en cuenta la forma de esta y la disposición de las estrías.

Artefactos de corte (Cuchillos)

La utilización el labio externo del caracol Cassis madagascariensis, conservando parte del manto correspondiente a la parte espiral está presente también aquí, pero para la elaboración de artefactos de corte o cuchillos, según el uso estimado que se les ha conferido de acuerdo sus características.

El borde de ataque filoso está conformado por un bisel o más bien adelgazamiento del espesor de la concha, indistintamente se localiza en ambas superficies (externa o interna) del manto y que se extiende a todo lo largo de esta en la mayoría de los ejemplares estudiados. Se observa cierto deterioro del referido borde filoso a causa -seguramente- del continuo uso de muchas de estas herramientas, (lámina 10-B).

La técnica de construcción de estos artefactos consiste en la rotura y fractura por percusión y abrasión.

Debe significarse que estas herramientas en Cassis no parecen descritas en la lista tipológica (Dacal, 1979).

La longitud de estos artefactos cortantes osciló entre 13,1 y 19 cm, mientras que el peso fluctuó entre 85 y 245 g, respectivamente.

Artefactos polifuncionales

La relación que guardan estos artefactos con los anteriormente descritos es elocuentes en cuanto a la parte de la concha del Cassis sp. (labio externo) empleada en su elaboración y donde se observan las mismas particularidades mencionadas, pero presentando ahora un mejor acabado en su superficie. Sus diferencias estriban -fundamentalmente- en la elaboración de una punta en el extremo más próximo a la región espiral del labio externo. La misma ha sido obtenida por el desbastamiento y fricción, presentándose recta o ligeramente curvada y el extremo romo (lámina 10-4).

La técnica de construcción de las referidas herramientas consiste en la rotura y fractura por percusión y abrasión.

Por otra parte, el polifuncionalismo se infiere por la existencia de dos porciones en la pieza que debieron realizar funciones diferentes: borde cortante y el extremo punzante, que pudieron ser utilizados como cuchillo y en la extracción de los moluscos respectivamente.

Al igual que en las herramientas de corte, las polifuncionales fueron también pocos frecuentes en el ajuar (3,4%).

"Estas herramientas muestran un estado de conservación pésimo, debido a que para su conformación se desbastó gran parte de la capa externa de la concha (periostraco); lo que a su vez facilitó el ataque de diferentes agentes químicos, como por ejemplo el ácido carbónico presente en el agua" (3).

Buriles

Estos interesantes artefactos, por sus características morfológicas, guardan una estrecha semejanza con los buriles colectados en sitios de filiación cultural Agroalfarera (Tabío,1966) o Agricultoras (guarch, 1988), con la única diferencia que la materia prima escogida para su conformación ha sido la concha.

Debe significarse que los referidos buriles fueron obtenidos a partir del labio externo del Cassis sp y no aparecen descritos en la Lista Tipológica de los Artefactos de Concha (Dacal,1979).

En cuanto a la técnica de construcción, la misma consiste en la rotura y fractura por percusión y abrasión. Esta última proporcionaba el acabado o terminación de dichos artefactos.

Para establecer sus diferencias, se convino en designar a ambos buriles en tipo A y tipo B. Uno de los extremos del primero termina en una punta redondeada y el otro en un bisel rectilíneo, obículo al eje longitudinal de la herramienta, elaborado por su superficie dorsal (superficie que corresponde con la zona mas abultada del artefacto). El B presenta ambos extremos con bisel ablícuo al eje longitudinal, provocado por el dorso; aunque debe señalarse que uno de estos extremos es el típico de los observados en los buriles líticos (lámina 11).

A través de la tabla 5 se denota una particular similitud entre ambos buriles en cuanto a sus longitudes, anchos y gruesos.

Desbastadores

Dichos artefactos fueron concebidos utilizando la porción del caracol del género Strombus correspondiente a las espiras, conteniendo gran parte de las mismas y el ápice.

Los tres ejemplares –únicos- muestran desgaste angular en un sector de los mismo que se desarrolla desde el ápice hasta las espiras (lámina 12).

El peso insignificante de estas herramientas no permite inferir el posible enmangamiento. Por otro parte, la existencia de salteaduras unido al propio desbaste de las capas del material en las espinas; hace pensar que su empleo pudiera estar conferido a provocar una especie de “peking” o picoteo del periostraco para facilitar la elaboración de otros artefactos mediante un proceso abrasivo anterior.

La altura de estos desbastadores osciló entre 4,1 y 5,6 cm, respectivamente.

Artefactos enigmáticos

Consisten en piezas elaboradas u obtenidos a partir del labio externo del Cassis sp. desbastando o puliendo intensamente en toda o casi toda su superficie, provocando así un artefacto cilíndrico de extremos redondeados o romos (lámina 13).

No se observan huellas de trabajo ni en los extremos, ni en el resto de su superficie. Sin embargo, uno de ellos aparece fragmentado transversalmente a su eje longitudinal, precisamente en su punto medio.

Es posible que los referidos artefactos constituyan elementos superestructurales dentro del ajuar de concha.

La técnica de obtención consistió en rotura por percusión, fractura por percusión y abrasión. Fue necesario fracturar el labio del Cassis sp 0000por los extremos para reducir el tamaño de ambas piezas, aprovechando de esta forma la parte mas gruesa de ésta.

Las dimensiones de ambos ejemplares debieron ser muy similares (10 cm X 2,3 cm.) y el peso, 69 g.

Perforadores

Este constituye otro ejemplar único dentro de la colección de artefactos de La Aurora y se obtuvo a partir del manto sin ápice por la técnica de rotura y fractura por percusión (lámina 14).

El perforador en su extremo posee un ancho de 9 mm y su longitud es de 2,6 cm. Según la parte de la concha empleada no aparece descrito en la lista tipológica (ob.cit.)

Platos

Un sólo ejemplar también es el representante de este grupo de artefactos; el que a su vez fue obtenido del labio externo del Cassis madagascariensis, con parte del manto, sin ápice, ni canal basal. Se elaboró mediante la técnica de rotura por percusión y corte.

Se presenta fracturado o incompleto (lámina 115), motivado, tal vez, por los efectos degradantes causados sobre estos y otros útiles de concha durante la rotulación y cultivo de las tierras donde se halla enclavado el sitio arqueológico.

Fueron colectados numerosos fragmentos, que dadas sus características, debieron pertenecer tanto a platos como a vasijas de concha.

Las dimensiones del ejemplar son: 15,5 cm X 11,8 cm.

Vasijas

Fue rescatado un solo ejemplar y ha sido elaborado en un caracol de la especie Strombus costatus, conservando parte del manto, sin la colunmela.

La técnica de construcción consistió en la rotura por percusión.

REFERENCIAS

(1) Dacal Moure, Ramón y Manuel R. de la Calle (1984): Arqueología aborigen de Cuba, editorial Gente Nueva,Ciudad de La Habana, Cuba.

(2)Idem.

(3) Dacal Moure, Ramón(1979): Artefactos de concha en las comunidades aborígenes cubanas, Museo Montané, Centro de Información Científica y Técnica, Universidad de La Habana, Cuba.


ANEXOS:


grafica1concha

tabla 1

tabla 2 concha aurora

tablas 3

tabla 4

tabla 5 concha

tabla 6 concha

concha 11

concha 5

concha 9

concha 12

concha 1

concha 10

concha 3

concha 6

concha 4

concha 2

concha 7

Copyright: Santiago F. Silva García
Orlando Álvarez de la Paz

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sábado, 6 de enero de 2007

LA CERÁMICA DEL SITIO TOMA DE AGUA

Marcos Rodríguez Matamoros (1)
Santiago F. Silva García (2)
Reynaldo Pérez Jiménez (3)



(1) Licenciado en Historia
Arqueólogo aficionado
(2) Licenciado en Física y Astronomía
Arqueólogo aficionado
(3) Licenciado en Historia
Arqueólogo aficionado



RESUMEN.- El sitio arqueológico Toma de Agua se localiza en la margen izquierda del río Zaza, a 18 km aproximadamente de la costa sur de la provincia de Sancti-Spiritus. Constituye uno de los yacimientos arqueológicos del neolítico temprano más interesantes y de mayor riqueza en lo que a material cerámico se refiere. Esta investigación contempla el estudio ceramográfico de las evidencias procedentes de las excavaciones practicadas en el verano de 1994, consultándose además las colecciones existentes en el museo municipal de La Sierpe; formadas a partir de colectas superficiales y excavaciones de rescate en el área objeto de estudio. Se comprobó que el temperante es predominantemente de fino a medio, lo que le confiere a la pasta un buen acabado y grado de compacticidad. La dureza -aplicando la Escala de Mohs- se halla entre 3 y 4; lo cual se corresponde con la dureza de otros complejos cerámicos del Centro-Sur de Cuba. Se acompañan tablas, gráficas y otras ilustraciones, que contribuyen a una mejor comprensión e interpretación del estudio efectuado.



INTRODUCCIÓN

El nombre de cerámica deriva del griego keramos, que significa tierra grasa o arcilla

Las propiedades plásticas de la arcilla se han aprovechado en todos los tiempos y por todos los pueblos.

Hace mucho tiempo que se descubrió que esta tierra se dejaba conformar con la mayor facilidad en estado crudo y que el cocido le daba solidez y duración. Se encuentran numerosos vestigios de su empleo en el origen de muchas civilizaciones.

Para los pueblos antiguos, la cerámica no sólo adquirió valor utilitario o doméstico; sino que también adquirió un sentido vinculado a sus creencias y necesidades espirituales.

El estudio de la cerámica de Toma de Agua reviste especial importancia, no sólo por sus características interesantes y porque complementa los resultados obtenidos en el resto de los sitios arqueológicos de la Región Centro-Sur de Cuba; resulta importante además, porque con ello se culminan -en estos momentos- los estudios monográficos, que desde 1985 se venían ejecutando por los autores de esta investigación.

Por constituir el área donde se practicó la excavación parte de un montículo residual y haberse elegido además la estratigrafía artificial como procedimiento, en la práctica resultó contraproducente realizar un estudio seriado de la cerámica. No obstante, se posee la información requerida relacionada con las capas naturales de la excavación. Sin lugar a dudas que el acometimiento de esta otra parte de la investigación próximamente, redundará en una mayor información de esta industria.



MATERIALES Y MÉTODOS

-Se consultó toda la información existente relativa al sitio Toma de Agua.

-Se demarcó y orientó el escaque en el área que se consideraba más fértil y no alterada, para el propósito de la investigación. Consistió en una trinchera de 1,50 m X 1,00 m, orientada de N a S.

-En la excavación se empleó la estratigrafía artificial, por capas o niveles de 10 cm cada una. Los primeros 50 cm -a partir de la superficie- no se tuvieron en cuenta en el control de las evidencias, debido a lo insignificante de las evidencias y a la alteración que se observó de estos primeros niveles por factores antrópicos. No obstante, se acordó obtener información de los estratos naturales o capas culturales.

-Todas las evidencias fueron debidamente tratadas, desde su colocación en las bolsas (tipo, nivel. etc).

-Durante el trabajo de gabinete se efectuó la limpieza y catalogación del material cerámico, separándose en cuatro grupos: fragmentos de vasijas, bordes de vasijas, asas y fragmentos de burén.

-Se mantuvieron separadas las evidencias cerámicas según el nivel o capa donde se colectó.

-Cada pieza, a partir de ahora, sería catalogada con un número que facilitaría el control arqueológico del Museo Municipal de La Sierpe y a la vez permitiría describir cada una de ellas, cuando fuese necesario durante el estudio ceramográfico.

-Se aplicó un ceramógrafo, determinándose:
.Grueso de las paredes de los ceramios; empleándose para ello un pie de rey con índice de error de 0,1 mm.
.Temperante empleado en la pasta. En esta actividad se utilizaron: estereoscopio, porta-objeto y filtro.
.Dureza de la pasta. Para la determinación de este parámetro se empleó: uña del dedo de la mano, moneda de cobre, navaja y escala de Mohs.
.Textura. El tacto, la lupa y la propia observación ayudaron en esta actividad.
Para los demás aspectos a determinar se empleó -ante todo- una observación minuciosa para evitar el mínimo de error posible durante el análisis y estudio de la cerámica.

Se efectuó una revisión bibliográfica relacionada con el tema objeto de estudio.

Por último, los resultados fueron llevados a tablas; con las cuales se construyeron gráficas que permitiesen una mejor comprensión de dichos resultados. Además se dibujaron perfiles y fragmentos de vasijas, que por su interés merecían su reproducción gráfica.


ÁREA DE ESTUDIO
El sitio arqueológico Toma de Agua está ubicado próximo a la margen izquierda del río Zaza, a 18 km de la costa sur y a sólo 5 km del poblado Heriberto Orellanes (San Carlos), dentro de los límites del término municipal La Sierpe, en la actual provincia de Sancti-Spiritus, Cuba.

La localización cartográfica está dada por las coordenadas: x-21500, y-664100, de la hoja nº 4381-III (Guasimal), escala 1:50000 del ICGC.

Fué descubierto en el año 1984 por Reynaldo Pérez Jiménez y José Vilas Castel, cuando realizaban ambos una exploración en un sitio perteneciente al Mesolítico, no muy distante del lugar.

Las primeras evidencias colectadas en superficie consistían en: un sumergidor de red, cuatro percutores, un fragmento de hacha petaloide y varios fragmentos de cerámica. Posteriormente, a mediados de 1985 y durante los trabajos de acondicionamiento del terraplén que comunica con La Toma de Agua, la motoniveladora ocasiona un pequeño derrumbe en el talud izquierdo del camino, poniendo al descubierto cierta cantidad de fragmentos de cerámica.

En el año 1987 se llevan a cabo los primeros trabajos de campo en el sitio por parte de trabajadores del museo municipal y miembros del grupo Caonao de Cabaiguán; detectándose en esta ocasión dos áreas fundamentales e iniciándose por primera vez una excavación de rescate en el área nº 2, alterada por los trabajos de acondicionamiento del terraplén. En el propio año (1987), personal del Departamento de Arqueología de la Academia de Ciencias de Cuba, miembros del grupo Caonao y trabajadores del Museo Municipal La Sierpe visitan el lugar y se efectúa un estudio tecnotipológico del material de piedra tallada colectado en esta excavación de rescate. Finalmente, en el verano de 1994 -los autores de esta investigación- realizan las primeras excavaciones controladas en los sectores N y S del área nº 2; exhumándose en esta ocasión abundante material consistente en: restos de dieta, evidencias líticas y cerámica.



RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se obtuvo fertilidad hasta el nivel XI (1,50 m - 1,60 m), colectándose un total de 1019 fragmentos de cerámica, distribuidos de la siguiente manera: 877 fragmentos de vasijas y 142 bordes de vasijas. De estos bordes, sólo 5 resultaron presentar decoraciones. (ver Tabla nº 1)

tabla 1 cer T A

Tratamiento de la Pasta.-
El grueso de las paredes de los ceramios oscila entre 6 y 8 mm (el mayor número de ellos); lo que representa un 64,5 % del total de fragmentos. El 30,4 % están comprendidos entre 9 mm o más y el 3,8 % posee un grueso entre 2 y 5 mm.

La fragmentación es -en general- irregular ( el 67,8 % de la muestra presenta esta característica).

El temperante es considerado de fino a medio, es decir, con partículas que no sobrepasan 1 mm de diámetro y cuando estas aparecen, lo hacen minoritariamente. Este temperante consiste en arena fina de naturaleza cuarcítica y microcanto con cierto contenido de óxido de hierro. Sin embargo, se pudo comprobar que en los niveles más tempranos aparece la adición de lentículas de mica al temperante, lo cual puede estar dado por la posible sustitución de la fuente de materia prima originaria en determinado momento; ya sea por su agotamiento, lejanía o cualquier otra causa.

La dureza de la pasta, aplicando la escala de Mohs, resultó estar entre 3 y 4; lo que se corresponde con la dureza determinada en otros complejos ceramistas del Centro-Sur de Cuba.

En relación con la textura es en gran medida compacta (92,2 %); lo cual está motivado por el grueso del temperante (fino a medio).

Referente a la cocción, en el 53,8 % se observan núcleos reducidos, mientras que el 10,8 % aparecen oxidados y el 35, 3 % muestra bicromatismo. No cabe dudas que la cocción se llevó a cabo en una atmósfera de temperatura baja; lo cual -al parecer- fue más acentuado en los niveles más tempranos de ocupación del sitio (niveles XI - VIII).

En cuanto al método de manufactura, fue el de acordelado.


Tratamiento de la superficie.-
La cerámica de Toma de Agua se caracteriza por presentar en la superficie externa de los tiestos una coloración predominantemente pardo clara; ya que el 46,6 % de la muestra analizada (877 fragmentos) presentó esta coloración, le sigue la coloración pardo oscura en un 28,3 % de los tiestos y finalmente la pardo rojiza en un 24,9 %.
Por su parte, la superficie interna se presenta pardo clara en un 48,1 % (422 fragmentos), pardo rojiza el 32,3 % (284 fragmentos) y pardo oscura el 19,4 % (171 fragmentos). Esto evidencia la similitud de ambas superficies en cuanto a coloración en la mayoría de los tiestos. También la gran mayoría de los tiestos que integran la muestra tienen superficie compacta, bien alisadas; aunque sólo se detectaron 4 fragmentos con alisamiento muy esmerado, evidenciando al tacto esta particularidad. En cambio 64 fragmentos presentan superficies granulosas, producida por un temperante grueso en la pasta; lo cual no permitió un espatulado uniforme, dando superficies granulosas croqueladas.

Las superficies se muestran en esta cerámica irregulares, siendo los defectos más comunes las oquedades producidas -generalmente- por microcantos o "perdigones" desprendidos durante la manufactura y que luego el alisado no hizo desaparecer, los "palillazos" o huellas del instrumento con que se alisaron las superficies (espátulas o escobillas), abultamientos y depresiones, ennegrecimiento en determinadas zonas, muchas veces producido durante la cocción de los ceramios y alisamiento incorrecto, lo que en no pocas ocasiones dejan ver las uniones entre cordeles sucesivos mal sellados en partes, defecto frecuente en las superficies internas de los tiestos.


Tipos de bordes.-
Del total de evidencias cerámicas estudiadas (1019 frgm.), el 86,1 % (877) corresponde a fragmentos de vasijas, mientras que el 13,9 % (142) constituyen bordes; frecuencia esta que se corresponde por su similitud con la mayoría de las exhumaciones del referido material en otras áreas arqueológicas del territorio espirituano y del país. De estos 142 bordes de vasijas, el 50,7 % son rectos, el 28,1% invertidos, el 11,2 % evertidos y 14 bordes resultaron indeterminados por sus dimensiones.

Son indistintamente frecuentes los topes planos, redondos y acuminados; aunque debe destacarse que en las vasijas con respaldo o aquilladas predominan los topes planos. No se descarta la posibilidad de que para varios tipos de vasijas de cerámica el aborigen ejecutara en ellas diferentes topes de bordes, en dependencia del uso que ellas iban a tener (Sampedro, 1989).

Se observó que la presencia de "rebabas" en las proximidades del borde estaba dado por la elaboración mayormente de topes planos. Además, los topes biselados son muy poco frecuentes o insignificantes en número.


Decoraciones.-
Las decoraciones detectadas en el total de la población estudiada son escasas. En total se definieron 19 ejemplares decorados, incluyendo 7 asas; lo que constituye sólo el 2,16 %.

La técnica que predomina es la de la incisión con motivos geométricos, formando cenefas sobre respaldos de recipientes aquillados, encontrándose 5 variantes (ver figura). También fue observada la técnica de la impresión ejecutada en la cresta o refuerzo externo de una gran vasija, al parecer una olla con el motivo de dos series de puntos paralelos interrumpidos a trechos por puntos en posición más o menos caótica. La técnica de la impresión aparece además, en la decoración de dos asas de barbotina (impresiones lineales transversas) y en el tope de un borde de recipiente como impresiones lineales oblícuas y paralelas.

motivos incisos
Fig. 2.- Motivos geométricos
presentes en la cerámica.

En la colección del museo municipal aparece un fragmento grande correspondiente a una vasija con respaldo de mediano tamaño, decorada con líneas incisas paralelas y oblícuas en combinación con líneas ligeramente curvas.

fragm decor 6
Foto 2.- Fragmento de vasija con
respaldo decorada.

Hasta el presente hay ausencia de motivos zoomorfos y antropomorfos en los fragmentos de vasijas y de bordes exhumados en las excavaciones de Toma de Agua y en las colecciones en poder del museo municipal.

La decoración de los ceramios -por lo que se pudo advertir- en el material estudiado, no fue elaborada con esmero y precisión en la mayoría de estos.

Con relación a la decoración aplicada o de pastilla, está presente en dos fragmentos de bordes de vasijas (colección del museo).

fragm decor 3
Foto 3.- Borde de vasija con
decoración aplicada.

El número de asas es muy reducido, con un representante en cada uno de los tipos observados: cilíndrica sin decoraciones adicionales, cornamusa con las puntas deprimidas, dos fragmentos de las llamadas asas de barbotina, tabular ancha y muy deprimida; que recuerda una paleta o una cola de manatí, pero sin decoraciones adicionales y otra muy pequeña y discreta, fracturada en varios pedazos y perteneciente a un fragmento de recipiente con borde. En la colección del museo existe un asa de lazo; la cual procede de la excavación de rescate efectuada con anterioridad.

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Foto 4.-Fragmentos de vasija con
asa tipo barbotina.

fragm vasija 2
Foto 5.- Fragmento de vasija con
asa de lazo.

Tamaño y forma.-
A partir de la medición de los fragmentos de bordes de las vasijas se ha podido conocer de manera general el diámetro de éstas (Meggers y Evans, 1969). Con la aplicación de este método se han obtenido los diámetros de la parte superior de los recipientes (boca); por lo que se debe tener en cuenta que los referidos valores son ligeramente mayores debido a la forma globular de los ceramios.

Las vasijas catalogadas como grandes alcanzan hasta los 120 mm. En Toma de Agua son tan numerosas las vasijas grandes (420 - 300 mm), como las medianas (200-300), no ocurriendo así con las de pequeñas dimensiones (menores de 200 mm).

Los fondos son esféricos a excepción de un ejemplar exhumado anteriormente (colección del museo); el cual corresponde a un recipiente cilíndrico de fondo plano, cuyo diámetro es de 80 mm y su estado de conservación pésimo (Silva et All, 1987).

Existe diversidad de recipientes representados por ollas, cuencos y escudillas. Esta diversidad no comprende sólo las formas; sino también los tamaños. Por otra parte, se observan huellas de ollín en las superficies de los fragmentos estudiados, fenómeno apreciable que no excluye formas particulares de ceramios.

En el caso de las vasijas "aquilladas" o con respaldo, se ha podido comprobar que el mismo aparece entre 30 y 40 mm distante del borde del recipiente. Los ángulos que forman dichos respaldos oscilan entre 30 º y 45 º; aunque se observaron recipientes con ángulos entre 70 º y 75 º (minoría).

vasija 1
Foto 6.- Vasija con respaldo
(aquillada). (A)

vasija 3
Foto 7.- Vasija con respaldo
(aquillada). (B)

vasija 2
Foto 8.- Vasija con respaldo
(aquillada).(C)

vasija 4
Foto 9.- Vasija con respaldo
(aquillada). (D)

vasija 7
Foto 10.- Vasija con respaldo
(aquillada). (E)

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Foto 11.- Vasija con respaldo y
decoración incisa (puntos).(F)

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Foto 12.- Vasija con respaldo
(aquillada).(G)

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Foto 13.- Vasija globular (olla). (A)

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Foto 14.- Vasija globular.(B)

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Foto 15.- Vasija tipo escudilla.(A)

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Foto 17.- Vasija tipo escudilla.(B)

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Foto 18.- Vasija tipo escudilla.(C)



El diámetro de las vasijas con respaldo está comprendido entre 360 mm (las mayores) y 180 mm (las más pequeñas). El grueso de sus paredes oscila entre 6 y 8 mm. Son algo más frecuentes los topes planos en este tipo de recipiente. En general se detectó que no existe preferencia o selección de determinado tipo de borde o tope en formas particulares de vasijas.

En general, los refuerzos en forma de rebordes están poco popularizados en los ceramios de Toma de Agua.

Se identificó un borde perteneciente a una vasija en forma de pote; la cual presenta un orificio circular, localizado en una porción de la garganta; al parecer debió ser utilizado para colgar el mismo.

vasija 11
Foto 19.- Vasija en forma de pote.

Resulta, por otra parte, interesante el reporte de impresiones de uñas humanas en un fragmento de vasija de cerámica correspondiente al fondo de la misma (Rivero y Silva, 1990) y que forma parte de la colección del Museo Municipal de La Sierpe.

Al comparar los resultados del estudio de la cerámica de Toma de Agua con los restantes sitios mediterráneos de la región Centro-Sur de Cuba, puede advertirse lo siguiente:

-Existe gran similitud en cuanto al grueso de las paredes de los ceramios, la dureza y la textura. Sin embargo, en la cocción predominan en mayor cuantía los núcleos oxidados en los restantes sitios de la Región Centro-Sur, o sea, presentan mejor cocción los ceramios que los de Toma de Agua.

-Son más numerosos los diámetros superiores a 300 mm en las vasijas de Toma de Agua, mientras que en la referida región resultaron los de 140 mm. Lo anterior puede estar dado por las especies de animales que formaron parte de la dieta en este asentamiento (con cierta frecuencia manatíes, tortugas y peces de considerable tamaño, entre otras). Hay pues una correspondencia entre el diámetro de los recipientes y la dieta, lo que junto a otros factores como la composición o integrantes de la comunidad, permiten inferir el cáracter utilitario o doméstico de la cerámica de Toma de Agua (Silva et All, 1988).

-En la composición del temperante empleado en la elaboración de la pasta de los ceramios existen diferencias sustanciales en relación con los sitios mediterráneos de la Región Centro-Sur; ya que la presencia de la mica en estos últimos - en proporción- es mucho más elevada o predominante. Quizás este fenómeno induzca a pensar con mayor claridad, que la participación de este mineral en el temperante empleado en la preparación de la pasta, en sentido general, sea más bien fortuita en muchos casos y no intencional, o sea, esté presente en la arcilla; por lo que la existencia o no de la mica pudiera depender de las características de los sedimentos de la fuente de materia prima (arcilla).


Burenes.-
La muestra obtenida de las excavaciones practicadas no es significativa (12 fragmentos) y la mayoría de ellos se presentan muy deteriorados. El resultados fue también bajo (frecuencia) en las excavaciones anteriores, aunque el grueso también oxiló entre 9 y 25 mm, respectivamente.



CONCLUSIONES

.
La cerámica de Toma de Agua, por sus características, debía tener una función predominantemente utilitaria o doméstica; existiendo una correspondencia entre las dimensiones de esta y las especies animales presentes en la dieta.

.Según los diámetros más frecuentes, esta cerámica puede ser considerada de mediana a grandes dimensiones.

.La pesca y la recolección marina dentro de las actividades subsistenciales jugaron un papel decisivo en el suministro de alimentos de alto valor protéico en esta comunidad.

.No obstante a la ubicación mediterránea de este emplazamiento aborigen, la explotación del ecosistema de manglar fue más intenso que el terrestre interior.



REFERENCIAS

-Sampedro Hernández, Ricardo (1991): estudio preliminar del sitio arqueológico El Paraíso, Santiago de Cuba, en estudios Arqueológicos 1989, editorial Academia,pp. 129 - 140, La Habana, Cuba.

-Meggers, Betty y Clifford Evans (1969): Como interpretar el lenguaje de los tiestos, Smithsonian Institution, Washington DC, E.U.

-Silva García, Santiago, Reynaldo Pérez y Orlando Álvarez (1987): Estudio preliminar del sitio arqueológico Toma de Agua, municipio La Sierpe, provincia de Sancti-Spiritus, Cuba (inédito).

-Rivero de la Calle, Manuel y Santiago Silva garcía (1987): Impresión de uñas humanas en un fragmento de cerámica aborígen del sitio Toma de Agua, Cuba (inédito).



Copyright: Marcos E. Rodríguez Matamoros
Santiago F. Silva García
Reynaldo Pérez Jiménez

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