jueves, 28 de junio de 2007

LOS PETROGLIFOS DE MARÍA TERESA


Santiago F. Silva García
licenciado en Física y Astronomía
Arqueólogo aficionado


RESUMEN.- A partir del estudios de un conjunto petroglífico elaborado en una columna cavernaria, se establece una interpretación figurativa del mismo, así como su posible vinculación con la presencia de otras evidencias arqueológicas colectadas en el sitio donde se localiza el conjunto objeto de estudio. Se acompaña -a manera ilustrativa- una reproducción gráfica de los petroglifos y se recomienda su protección, teniendo en cuenta su valor patromonial.

ABSTRACT
.-From the studies of an elaborated petroglífico set in a cave column, one settles down a figurative interpretation of he himself, as well as its possible entailment with the presence of other collected archaeological evidences in the site where the joint object of study is located. It is accompanied - to way ilustrativa- a graphical reproduction of the petroglifos and recommends its protection, considering its patromonial value.


INTRODUCCIÓN

Durante milenios, el hombre primitivo, pintó y grabó en la roca figuras y símbolos; que van desde las representaciones con una marcado carácter naturalista, hasta aquellas matizadas por la abstracción y la fantasía. Estos grabados -junto a las pictografías- constituyen las primeras manifestaciones artísticas expresadas incidental o intencionalmente, de lo que se ha designado como Arte Rupestre.

Este Arte Rupestre constituye un valioso legado científico y artístico, testimonio de su cultura material, costumbres mágicas y religiosas, con escenas de su vida diaria y reproducciones plásticas de sus armas y cacerías, de sus enseres materiales y costumbres (1).

El estudios de Arte Rupestre, iniciado a partir del descubrimiento de este a fines del siglo pasado, condujo al conocimiento histórico-evolutivo del arte en general.

En relación con estas manifestaciones del arte primitivo, Juan E. Cirlot (1970), expresa lo siguiente:

"Al estudiar los petroglifos y las pictografías debemos tener en cuenta su influencia en el arte moderno. Al respecto no olvidemos que Picasso plasmó en sus lienzos las artes de ciertas tribus africanas y en algunas de sus obras se refleja el arte de las antiguas espeluncas de Francia y España. Delaunay -por su parte-pintó círculos concéntricos semejantes a los petroglifos tallados en los dolmes irlandeses ".

La influencia del Arte Rupestre a que hace referencia Cirlot no se materializa sólo en la pintura; sino también en la literatura; ya que Gertrudis Gómez de Avellaneda -poetiza camagüeyana- en su novela "Sab", que debió escribir entre 1838 y 1839, describe las pictografías existentes en una de las cuevas de Sierra de Cubitas, provincia de Camagüey.

En la isla de Cuba han sido localizadas más de quince zonas o áreas de petroglifos, entre las que se destacan los de las cuevas La Patana, Los Bichos -en el extremos oriental de Cuba- y los de la cueva de El Garrote, en la Sierra del Escambray. Estos últimos de gran importancia para nuestra investigación; dada la cercanía con el área descubierta.

Los petroglifos de María Teresa puede resultar, no sólo un estudios con matices científicos; sino a la vez una posibilidad tentativa para interpretar estas figuras, símbolos quizás puramente artísticos para algunos, pero ineludiblemente ligados a la propia realidad objetiva del artista y dentro del contexto histórico de la época en que se manifiesta.


Localización del área de petroglifos

Esta área de petroglifos se encuentra ubicada en el interior de la cueva La Jía, también conocida como cueva de María Teresa, nombre que deviene de la finca donde se halla enclavada dicha cueva.

La cavidad se abre en las Alturas de Sancti- Spiritus, a 150 m sobre el nivel del mar y dentro de los límites del actual municipio de Trinidad.
Hacia el oeste se extiende el río Higuanojos a sólo 2 km, aproximadamente, del lugar. Al NE se localiza el poblado de La Güira.

Para llegar hasta la cueva se toma la carretera de Sancti-Spiritus a Trinidad y alrededor de 1 km, después de pasar el puente del río Higuanojos; se dobla a la izquierda, por el entronque del río Hondo y se avanza por este camino unos 3,5 km.


El salón de Las Columnas

cueva la jia 2 Un amplo salón de 38,40 m de largo y 16 m de ancho conforma la entrada principal de la cueva; la cual está orientada hacia el SE. Durante el día la luz solar posibilita la iluminación de hasta un 70 % de este salón, que se ha convenido en llamar de Las Columnas; lo que le confiere excelentes condiciones para ser habitada por grupos humanos en situaciones extremas o adversas.

Varias columnas sostienen o sirven de apoyo al techo abovedado en el nivel más alto de la espelunca. Es precisamente en la superficie de una de estas columnas donde fueron tallados los petroglifos de la cueva de María Teresa.

Breve reseña del descubrimiento

A pesar de ser poco conocida, la cueva ha sido frecuentada por varias agrupaciones de jóvenes aficionados a la Espeleología; sin que se hubiese detectado la presencia de los petroglifos.

En el mes de agosto de 1984 visitamos por tercera vez la cavidad. Nuestra permanencia por espacio de cuatro días posibilitó un estudio minucioso y detallado de ésta y su entorno; siendo colectados en esta ocasión ciertos objetos y artefactos, que nos condijeron al descubrimiento de un sitio de permanencia aborigen.

Concluidas las labores en la cueva y poco antes de retirarnos, nos llamó poderosamente la atención unos grabados que aparecían semiocultos por el musgo adherido en una de las columnas.

Incapaces de comprender el valor de aquellas figuras y embuidos en nuestra propia ignorancia, emprendimos el regreso.

No se llevan a cabo nuevas incursiones a la zona hasta el mes de febrero de 1988, ocasión esta en que -mucho más apertrechados de conocimientos debido a nuestra participación en el I Evento Mundial de Arte Rupestre- pudimos entonces concebir el verdadero significado e importancia de estas figuras talladas en la propia roca de la cueva y que hasta ese momento se habían mantenido ignoradas u ocultas a los ojos de los visitantes.

MATERIALES Y MÉTODOS

Para efectuar el calco de los petroglifos fue necesario aplicar un pincel humedecido en agua al bajo relieve; obteniéndose -de esta forma- un contraste que posibilitara dicha tarea. Desechamos otros procedimientos, tales como la aplicación de colorantes, yeso u otras sustancias químicas; por el daño irreparable que ocasionaríamos a los petroglifos.

El próximo paso a seguir consistió en obtener fotos "in situ"; así como también a escala, a partir de los calcos realizados.

Con el empleo de una cinta métrica, se tomaron las medidas más significativas; correspondientes a cada una de las figuras, lo que posibilitaría tener una idea caval de sus dimensiones.

Después de ejecutar cada uno de estos procedimientos, meticulosamente, establecimos un estudio comparativo de los petroglifos descubiertos en la cueva de María Teresa con los de otras regiones de la isla y -ante todo- con los de El Garrote, en la Sierra del Escambray, lugar éste muy próximo al nuestro.


Descripción de los petroglifos

la jía
El conjunto está integrado por cuatro figuras, dos de ellas antropomorfas, una tercera circulariforme y la otra; posiblemente inconclusa. Todas ellas están vueltas o miran al SE y se hallan dispuestas verticalmente a lo largo de la columna, cuya altitud es de 1,87 m.

Petroglifo nº 1.- Consiste en una figura circulariforme de 4 cm de diámetro y se ubica en la parte superior del eje principal de la estructura pétrea.

Petroglifo nº 2.- Representa una figura antropomorfa, conformada por el rostro, -de forma circular- de 12 cms de diámetro. Dispuestos en su interior se encuentran sólo los ojos; omitiéndose la nariz y la boca. Corona a esta figura, en su parte superior y a varios centímetros de separación, algo así como un casco. Dos trazos en la parte inferior, presuponen la presencia de un cuello.

Petroglifo nº 3.- Esta figura antropomorfa está situada equidistante y además en la parte central de la columna. Llama poderosamente la atención por sus rasgos , que la diferencian notablemente de la anterior. Posee un diámetro de 15,5 cm y una altura de 23,5 cm. Algunas capas de la roca se desprendieron durante o posterior a su elaboración.

Petroglifo nº 4.- A primera vista no resulta fácil su identificación, aunque tiene bastante similitud con los rasgos de la boca y la nariz del petroglifo nº 3. Su altura es de 8 cm y el ancho promedio 7 cm. Puede consistir en una figura inconclusa.


Interpretación figurativa

reprod petroglifos
Valorando algunas hipótesis -derivadas del estudio y análisis del material rescatado durante los trabajos arqueológicos en el Salón de Las Columnas- se estableció una interpretación figurativa de los petroglifos;la que a pesar de sustentarse en fundamentos más o menos sólidos, no estará excenta de ser criticada o rechazada; si se consideran sólo como simples conjeturas. Después de estas aclaraciones, demos pues forma a nuestras ideas:

- El petroglifo nº 3 guarda semejanza con una imágen cemítica. Debió ser el primer petroglifo que fue concebido y sólo con un fin utilitario: una evocación mágico-religiosa durante cultos o ceremonias rituales dedicadas a los muertos, posibilidad que se argumenta y sostiene por el hallazgo de un fragmento de temporal humano.

- El petroglifo nº 1 representaría al sol, coincidiendo incluso su orientación, al igual que el resto de las figuras, con la de este cuerpo celeste; o sea, hacia el SE. Precisamente es en esa dirección que sale el sol durante el Solsticio de Invierno. Diríamos, por tanto, que el petroglifo nº 1 indica la dirección en que salía el sol cuando fué elaborado el mismo. La posición del sol antes de iniciar este recorrido por la bóveda celeste fué corroborado por nosotros en el mes de febrero, fecha aproximada en que coincidía con postrioridad el solsticio.

- Por su parte, el petroglifo nº 2 nos muestra al conquistador español tal como fué visto por el aborígen, con una especie de yelmo o casco coronando la parte superior de la cabeza. Esto presupone un posible contacto indo-hispánico indirecto, que puede estar avalado por la presencia de restos de Sus scrofa o puerco jíbaro en la dieta alimentaria de esa comunidad.

- En cuanto al petroglifo nº 4, suponemos que haya sido una figura inconclusa, quizás un primer intento, abandonado- de tallar la figura cemítica (petroglifo nº 3).


CONCLUSIONES

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La técnica empleada en el tallado de los petroglifos de María Teresa fué la de percusión.

. La elaboración de estos petroglifos tuvo un marcado carácter intencional o deliberado y a la vez utilitario.

. Después de comparar los petroglifos de María Teresa con los de El Garrote, hemos comprobado que no existe una relación estructural entre éstos, pues aunque en ambas áreas se repite el mismo motivo o tema de las figuras antropomorfas; existe no obstante una marcada diferencia en el grueso de los trazos, como también en la complejidad de los rasgos de éstas.


RECOMENDACIONES

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Que se preserve tanto el área de los petroglifos, como el sitio arqueológico en su conjunto; tal como se dispone en el Decreto-Ley nº 55 del Reglamento para la Ejecución de los monumentos Locales y Nacionales.


REFERENCIAS

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(1) Núñez Jiménez, Antonio (1986): Petroglifos del Perú, Vol. 1, editorial Científico-Técnicca, p-15, Ciudad de La habana, Cuba.


Copyright: Santiago F. Silva García


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