martes, 10 de junio de 2014

EL ARCAICO DE CUBA (Parte I)

Denominaciones aplicadas. Sitios de habitación
Felipe Pichardo Moya al abordar las primeras referencias históricas relacionadas con el aborigen arcaico cubano señala que:
(…) Podemos llamar siboneyes a estos constructores de esferas líticas y gladiolito, porque según Fray Bartolomé de las Casas, así se llamaban unos indios que vivian en Cuba y eran iguales a los de los Jardines de la Reina y del Rey –en cuya vecindad abundan hoy los caneyes y los implementos antes referidos–, que los españoles encontraron sometidos a servidumbre por otros venidos de La Española, los cuales se habían apoderado de Cuba y eran sus generales pobladores en tiempos de la colonización.46

Mark Harrington designa como “Ciboney” al antiguo poblador de nuestra Isla que presenta menor grado de desarrollo social. Asimismo, Fernando Ortíz en su obra Las cuatro culturas indias de Cuba, lo denomina “Cayo Redondo” o “Guanajatabey”. En 1951 Irving Rouse emplea entonces el término “Ciboney Cayo Redondo”.
En la misma fecha, René Herrera Fritot, por acuerdo de la Mesa Redonda de Arqueólogos del Caribe, efectuada en Ciudad de La Habana, utiliza la designación “Complejo II”. Pichardo Moya retoma el vocablo “Ciboney” al nombrar esa cultura. En 1966 Ernesto Tabío y Estrella Rey la denominan “Ciboney Cayo Redondo”. No obstante a todas estas denominaciones, en la IV Jornada Nacional de Arqueología (Trinidad, Sancti Spiritus), Ernesto Tabío expone su Proyecto para una nueva periodización cultural de la prehistoria de Cuba, por lo que, a partir de este momento, se emplea la designación preagroalfarero tardío, en sustitución de la anterior.47
Más adelante, en 1986, Guarch,59 refiriéndose al arcaico de Cuba, denomina a los aborígenes pescadores recolectores, y plantea que “todos esos cambios progresivos y regresivos experimentados en la denominación dada al arcaico de Cuba [...] se deben a que han sido elaborados con diversos conceptos, criterios y grados de conocimientos.”48
De esas colectividades humanas se han localizado cuarenta y siete yacimientos arqueológicos en Cabaiguán (Lámina 5). En la mayoría de estos asentamientos se han recogido evidencias que se corresponden con las industrias de la piedra tallada y la piedra tallada en volúmenes pulidos.
Por el contrario, el hallazgo de ajuares vinculados con la industria de la concha y con los restos de la dieta, es una particularidad que se aprecia en dos de los sitios localizados: La Aurora y La Redonda I.
Entre los sitios de habitación del arcaico en Cabaiguán se encuentran: Las Damas I (Lámina 6-10), La Aurora (Lámina 11-16), El Crisol (Lámina 17-18), Seibacoa I (Lámina 19-20), Seibacoa II y El Tejar (Lámina 21), La Larga I (Lámina 22), Los Morros (Lámina 23), Cruz de Neiva (Lámina 23), Cayajaca I (Lámina 21), Guayos (Lámina 24), Neiva, Cayajaca II, Victoria, La Yamagua, El Guajén, El Bombino, La Campana, Cayajaca III, La Pachanga, La Lima, San José, Vega del Paso y El Bajío I (Lámina 25), El Bajío II (Lámina 26), El Bajío III (Lámina 26 ), Tres Palmas II y III, Tres Palmas IV (Lámina 25), La Impedimenta (Lámina 27), La Pelá I, La Pelá II (Lámina 27 ), La Pelá III (Lámina 25), La Pelá IV, La Pelá V (Lámina 27), La Pelá VI y VII, Pueblo Nuevo y La Larga II (Lámina 26), La Redonda I (Lámina 28 y 29), La Redonda II, La Tinaja, El Saltadero I y II, El Estabulado y La Zarosa.
Atendiendo a las características de las tecnologías y tipologías de los conjuntos de herramientas, los yacimientos arqueológicos de Cabaiguán, pueden ser divididos en tres variantes fundamentales.
La variante I se destaca por una industria de la piedra tallada compuesta por herramientas en lascas y una industria laminar tipologicamente bien desarrollada, donde son apreciables elementos tecnológicos y tipológicos del protoarcaico. En ellos, los tipos de herramientas de la industria de la piedra en volumen, son pobres conformada fundamentalmente por cantos rodados que sin previa elaboración son puestos en función de los diferentes objetos de trabajo, algunos majadores y bajo índice de frecuencia de las lajas molederas.
La industria de la piedra tallada en volúmenes pulidos está representada por un solo elemento, las esferas líticas, que aparecen con poca frecuencia. Por otro lado la industria de la concha y los restos de la dieta están ausentes en los registros arqueológicos de estos sitios.
La variante II incluye los asentamientos donde la piedra tallada es principalmente de lascas con escasa o ninguna representación de las herramientas y preformas laminares. Para estos grupos los elementos de la piedra en volumen se colectan en una menor cuantía y los elementos de la industria de la concha y los restos de la dieta presentan el mismo comportamiento de la variante anterior.
Una variante III, al parecer más tardía, desarrolla una industria de la piedra tallada cuantitativamente numerosa, integrada por ejemplares confeccionados en lascas y donde las preformas y herramientas laminares son poco frecuentes. En estas colectividades las industrias de la piedra en volumen y la concha alcanzan el mayor desarrollo tecnológico y tipológico que se observa para la región de Cabaiguán. Los restos de la dieta de estas colectividades humanas son abundantes y variados.

*Fuente: Álvarez de la Paz, Orlando y Santiago F. Silva (2005): Los Aborígenes en Cabaiguán, ediciones Luuminarias, Sancti-Spíritus, Cuba.
                       

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